miércoles, 2 de octubre de 2013

No están locos, son Arquitectos.

No están locos, son Arquitectos.
Lo que sucede es que su principal herramienta de trabajo es la imaginación. (Como los músicos, los pintores,  los escritores y los artistas en general) De ahí se deriva todo lo demás.
Por supuesto que el conocimiento es importante pero no protagónico.
Los arquitectos saben mucho, es cierto, pero a diferencia de los científicos, ingenieros,  médicos o abogados cuyo conocimiento suele ser abrumador, los arquitectos saben mucho de temas que los demás creen saber,  por eso todo el mundo les discute. Sin embargo, recomendamos tener cuidado al discutir con alguno de ellos, pues el arquitecto es un artista, y puede fingir estar de acuerdo con usted, asentir con la cabeza a sus argumentos, incluso  mantener la  cara de interés y al mismo tiempo estar pensando: ¡Qué pendejo eres!
Sin embargo los arquitectos  también ignoran muchas cosas,  por eso deben recurrir a la imaginación  y saben que a veces, las mejores ideas surgen en los momentos más inesperados. Por eso les encantan estos momentos y los suelen buscar en el silencio de la noche, en el humo de un cigarro, en el fondo de una taza de café, o en una conversación con amigos extraños, incluso más extraños que ellos.  
Para muchas personas, el sueño es simplemente una rutina reparadora, para los arquitectos no. El sueño es la oportunidad de explorar el inconsciente,  el sueño puede ser el puente entre el problema y la solución que la mente consciente no ha sido capaz de construir. Por si no lo sabía, los arquitectos sueñan a colores y en 3D. Así que piénselo dos veces antes de despertar a un arquitecto, puede interrumpir la obra maestra de un artista.
En los momentos críticos,  un arquitecto sometido a un estímulo puede abstenerse de decir algo, pero jamás podrá abstenerse de pensarlo,  por eso algunas veces se ríen solos.
Sin embargo en un estado de relajación, los arquitectos siempre tendrán  la capacidad de abstraerse hacia la nada, a un espacio que sólo ellos conocen, donde la mente puede descansar sin pensar  y el corazón puede reposar sin sentir.  Así que no se sorprenda ni se enoje si  al cuestionar a un arquitecto  ¿en qué piensas? Obtiene por  respuesta: “En nada”.   No hay dolo, ni significa que no le quiera decir, significa que está ante una persona que  puede dejar de pensar (incluso con los ojos abiertos) y seguir respirando como cualquier mortal.
Los arquitectos aman las papelerías y las tiendas de artículos de arte, su deseo creador va cien pasos adelante de su verdadera capacidad creadora. Y ¿Sabe por qué? Porque los arquitectos están acostumbrados a trabajan con cosas que no existen. Por eso siempre tienen a la mano algún objeto punzo-rayante (llámese pluma, lápiz o similar) y papel, mucho papel de diferentes formatos y colores, y grandes, de tamaño suficiente porque la claustrofobia gráfica los ahoga.
Los Arquitectos, crean, diseñan, inventan, para alimentar su espíritu libre, pero también analizan, estudian, calculan, toman decisiones, y sobre todo, cuidan los detalles.  No se preocupe si se topa con un arquitecto y lo encuentra ensimismado. Puede estar en  la búsqueda de algún concepto o en la creación misma del concepto que no encontró. 

Con afecto y admiración a todos mis colegas. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

soy arquitecto y comparto gran parte de lo que dices, no todo, pero si la mayoría. Digo no todo porque no comparto ese espíritu "épico" o al menos tan trascendente de la arquitectura. Lo comprendo, pero creo que no somos tan "superguays"...

Camilo Rojas dijo...

Muy de acuerdo con el blog y el
Primer comentario, me identifico con casi todo. Me agradó bastante la parte de estar con los ojos abiertos pensando nada; somos pocos los que podemos hacer eso... (Conscientemente)